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Para administrar y organizar las actividades que se desarrollan en estos servicios se ha designado un equipo de trabajo para cada plaza comunitaria, constituido por tres figuras operativas: Promotor, Apoyo Técnico y Asesor. A cada una de ellas se han atribuido tareas y responsabilidades específicas y otras que demandan un trabajo colectivo.

 

PROMOTOR

Es el responsable de coordinar y administrar los servicios que ofrece la Plaza Comunitaria. Sus funciones son:

  • Difundir y promover los servicios en la comunidad.
  • Atraer asesores y adultos a la plaza comunitaria.
  • Organizar los servicios para los distintos grupos.
  • Coordinar los servicios de la plaza comunitaria (presenciales, informáticos, televisivos y en su caso, de capacitación) considerándolos como un todo integral, en particular si se refieren a la educación de los adultos.
  • Administrar los materiales de aprendizaje y consumibles de la plaza comunitaria.
  • Coordinar el trabajo de los asesores y apoyo técnico.

APOYO TÉCNICO

Es el responsable de buen funcionamiento de la Computeca y la Teleaula. Sus funciones son:

  • Es el responsable del funcionamiento de las salas de televisión y de cómputo.
  • Asesorar y apoyar a los usuarios sobre el manejo y uso del equipo.
  • Propiciar el uso de portales educativos y los servicios que brinda la sala de cómputo.
  • Resolver cualquier contingencia básica en los equipos de cómputo.
  • Organizar las actividades de la sala de televisión de acuerdo con la programación y necesidades de los usuarios.
  • Conocer la biblioteca digital, los videos y propicia su uso e interacción con las actividades presenciales y en su caso el uso directo de los cursos en línea.
  • Se coordina con el promotor, asesores y en su caso instructores de capacitación para utilizar las salas.

ASESORES

Su función es:

  • Incorporar adultos al círculo de estudio.
  • Conoce y maneja los materiales de aprendizaje.
  • Facilita el aprendizaje de los adultos.
  • Motiva permanentemente al adulto a aprender.
  • Lleva el seguimiento académico de los adultos que asesora.

En México, existen dos tipos de plazas comunitarias: Institucionales y en Colaboración.

Plazas comunitarias institucionales. Son aquéllas que se equipan con la colaboración del Instituto Nacional para la Educación de los adultos.

Plazas comunitarias en colaboración. Éstas se instalan en diferentes organizaciones o instituciones que aportan equipo de cómputo y audiovisual, mediante un convenio de colaboración con el INEA para proporcionar educación básica a la población joven y adulta que así lo requiera.

 

Otros tipo de plazas son:
Plazas de tiempo completo disponible para la educación de adultos. Su propósito principal es la educación para jóvenes y adultos en rezago educativo. Se han creado exclusivamente con esa finalidad.

Plazas de medio tiempo disponible para la educación de adultos.
Son aquéllas que se instalan en instituciones que cuentan con cierta infraestructura física y tecnológica, lo que permite instrumentar programas para la educación de jóvenes y adultos y cuya operación se realiza sin menoscabo de las actividades propias de la institución en la que se abre la Plaza comunitaria

El Consejo Nacional de Educación para la Vida y el Trabajo (CONEVyT) en su Programa de actividades 2001-2006, presentó el proyecto Plazas comunitarias, donde puntualizó que en coordinación con el Instituto Nacional de Educación para los Adultos (INEA) se instalarían en todo el país plazas comunitarias con servicios educativos que incorporaran las nuevas Tecnologías de Información y Comunicación, así como los medios electrónicos colectivos para el mejoramiento del proceso de aprendizaje de los adultos.

 

Considerando que nunca es tarde para empezar, la Plaza comunitaria se concibe como un espacio en el que jóvenes y adultos de 15 años o más sin educación básica pueden encontrar una oferta integral de contenidos educativos y de formación para el trabajo. Pero también como un espacio educativo abierto a la comunidad: amas de casa, niños, trabajadores, estudiantes, maestros, en fin, todos aquellos interesados en aprender.

 

Así, las primeras plazas comunitarias (76) comenzaron a operar a finales del año 2001, orientadas a buscar la igualdad en el acceso a oportunidades educativas de la población joven y adulta, con la incorporación de las Tecnologías de la Información y Comunicación a sus procesos educativos, y con la intención de construir una propuesta educativa innovadora que enriquece las aportaciones del Modelo de Educación para la Vida y el Trabajo (MEVyT) al aprendizaje y capacitación a lo largo de la vida y el uso integral de las nuevas tecnologías. Actualmente están funcionando en todo el país alrededor de 1800 plazas.